El mundo vallenato tuvo -y aún tiene, pero menos
interesantes- grandes rivalidades folclóricas entre colegas de las cuales
algunas trascendieron al plano personal pero otras quedaron en lo musical y
sirvieron para agrandar la importancia de un género musical hecho por
campesinos, para quienes era normal este tipo de enfrentamientos.
Tal vez la más popular en la segunda mitad del siglo pasado
y parte de este, fue la Diomedes Díaz y Jorge Oñate, en la que básicamente se
grabaron versos y frases uno dirigiéndose al otro. Por ejemplo en una canción
en la que Jorge dice “te acabaste cabo e’ vela”.
Eso iba dirigido a Diomedes.
Entonces el segundo le respondió con un verso al segundo en
el que le deja claro quien es papá de los pollitos: “Al hombre del cabo e’
vela, ahí le dejo este mensaje, todos los pájaros vuelas pero no cantan iguales”.
Y antes de esa, una que dejó la canción más importante del
vallenato: Emiliano Zuleta – Lorenzo Morales, de la cual nació La Gota Fría.
La más reciente se dio muchos años después, y fue disfrutada
por otra generación: la de Silvestre Dangond y Peter Manjarrez. Lo cierto es
que hay una de la que poco se habla, pero dejó un puñado de canciones de las
que hoy se siguen disfrutando, aunque por fanáticos del vallenato de antes.
Para el año 1984, Diomedes Díaz hacía pareja musical con Nicolás ‘Colacho’ Mendoza y lanzaron el álbum titulado El Mundo, ahí además de canciones como Mi Muchacho, compuesta por el ‘Cacique’ al mayor de sus hijos varones (Rafael Santos Díaz Acosta); Se te nota en la mirada, de la autoría de Gustavo Gutiérrez; y la homónima El mundo, de Calixto Ochoa (uno de los compositores favoritos de Diomedes), también está incluida la canción La Rasquiñita.
Contraportada del álbum El mundo (1984).
Aquí un paréntesis en la historia es que en este álbum
aparece el para entonces, joven Gonzalo Arturo ‘El Cocha Molina’, más tarde
acordeonero de Diomedes tras la separación con ‘Colacho’.
Uno de los versos de la canción compuesta por Diomedes, se
escucha “Yo no sé si sea el primero yo no sé si sea el primero pero el segundo
no soy solo sé que mi folclor no es pista de competencia es un acto de nobleza
de un pueblo trabajador que al compás de un acordeón canta y dice lo que
siento”.
Aunque muchos dijeron en ese momento que la canción iba
dirigida a Jorge Oñate, quien siempre fue un crítico de la forma de vivir que
Diomedes llevaba, y además del relacionamiento del artista con ‘empresarios’ de
La Guajira, Oñate no respondió, pero Miguel Herrera sí lo hizo.
Como cura para La Rasquiñita de Diomedes, Herrera hizo La Pastillita el álbum El Pájaro Carpintero, el cual fue lanzado al mercado en 1985; es decir un año después de que Colacho y compañero pusieran a la venta el suyo.
Contraportada y portada del álbum El pájaro carpintero
(1985).
“No veo razones para darse tanta fama, aquel artista si esta
buena posición porque se siente que el público lo respalda, hace locuras y dice
que él es el mejor. Ya en este mundo la
fiebre no es gravedad, porque se cura con cualquiera pastillita. Y el que la
tiene no se debe preocupar, que pronto sana y así se tranquiliza. La fama no es
infinita unos vienen y otros van”, respondió Miguel Herrera a la canción de
Diomedes.
En una entrevista con el vallenatólogo, Checho Díaz, el
compositor e intérprete de Venceremos, explicó que en ese momento, se sintió
preocupado porque nadie le respondió. “Este hombre está tirándole vainas a todo
el mundo y nadie le contesta. Yo voy a hacer una canción: entonces como el hizo
La Rasquiñita, yo hice La Pastillita”.
Hay que mencionar que ambos artistas grababan para la
Columbia Broadcasting System, Inc. (CBS). Ahí Diomedes era uno de los artistas
más importantes junto a Tomás Alfonso ‘Pocho’ Zuleta.
Tal vez por eso, Gabriel Muñoz, gerente del sello, no quería que la canción de Herrera se grabara. Cuenta el mismo Miguel que de terco hizo la grabación y entonces fue la segunda del lado A en el trabajo musical en el que el Raúl ‘El Chiche’ Martínez fue el acordeonero con quien también grabó la recordada Venceremos.
Venga esa mano, álbum en el que se publicó Venceremos.
Herrera destaca que la puja no se quedó así, porque en otros
trabajos, Diomedes entonces habría de interpretar varios temas del maestro
Leandro Díaz uno de ellos El
bozal. Como respuesta hizo El freno (compuesta por su acordeonero y grabada
en el álbum Mil Canciones), en la que le hace el reclamo al hombre que veía con
los ojos del alma, por tan semejante “ofensa” a los nuevos intérpretes.
“Aquí tiene el freno para el bozal, si quiere lo podemos
definir”, pero además en el tema menciona Herrar “compadre Chiche vio que se
puede”, a lo que su compañero responde “jum, que si se puede, eso no es
palabra”.
Entonces Diomedes volvió a echar mano de una canción del
maestro Leandro Díaz, -El cardón guajiro- a lo que Miguel, le respondió con El
caracolí.
La rivalidad, si es que en realidad la hubo se quedó en el plano musical, porque Diomedes y Miguel después grabaron juntos en Fiesta Vallenata, Un cuarto de corazón, canción que vio la luz en 1997.
En el tema, se escucha una frase de Diomedes, en la que deja
claro que solo se trató de temas que se quedaron en canciones que sirvieron
para nutrir un vallenato que si bien tenía sentadas sus bases, no tenía la
importancia a nivel internacional. Además queda demostrado que en el fondo
siempre se respetaron, y aunque en un principio el Cacique de la Junta, señaló
que Miguel buscaba hacer fama, después dijo en la canción a dúo, “vamos Migue,
que pa’ lante es pa’ allá. Pésele a quien le pesare”. Además le desea que su
tan venerada Virgen del Carmen lo proteja.
(*) Comunicador social – periodista de la Universidad
Autónoma.
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